
El café panameño está de moda hoy día –un “trending topic” que rápidamente cautiva, no solo exóticos mercados orientados al té, como los de Asia, sino también, los paladares de importantes conocedores y hasta de los millennials de ciudad de Panamá, quienes abarrotan innovadoras cafeterías en busca de sabores florales, frutales y hasta de chocolate.

El responsable de esta tendencia –que ha producido el geisha, la libra de café más cara del mundo—es la provincia de Chiriquí, tierra bendecida con rico suelo volcánico y donde montañas, ríos, islas y una amplia costa esperan a los visitantes para aventuras increíbles.

Lanzado a fines del año pasado, el Circuito de Café es la más reciente oferta de la provincia, un conglomerado de productores, hoteles, restaurantes y operadores de turismo que busca divulgar las propiedades de lo que bien podría ser la Segunda Maravilla del Mundo de Panamá.
El circuito actualmente encierra 18 fincas certificadas, las cuales van desde la producción artesanal, hasta operaciones completas con oficinas en varios continentes.
Mientras Chiriquí se prepara para revelar el secreto de su éxito al mundo –con la creación de su nuevo Circuito —invitamos a los visitantes a pensar fuera de la caja al planear sus vacaciones en la provincia. ¡Prepárese para abrir un cofre de sorpresas!

En Hotel Hacienda Los Molinos:
Iniciando la experiencia del circuito con un buen café
La llegada del Circuito del Café, según Isabella Gormaz, gerente general del hotel Hacienda Los Molinos, presenta una serie de beneficios inimaginables para las empresas de la región. “El concepto viene a motivar al empresario de cualquier otro rubro (hoteleros, operadores de turismo, productores) para que vean las oportunidades que hay con el café.

Hacienda Los Molinos, ubicado en la localidad de El Francés, ya preparaba experiencias con el café de altura de la región antes del lanzamiento oficial del Circuito el año pasado. “Antes del lanzamiento, nuestro hotel presentó “Coffee & Brew by Hacienda Los Molinos”, con el que motiva a sus huéspedes a degustar el producto de fincas certificadas: Hartman, Lamastus, Los Santos, entre otras”, explicó Gormaz.
Conocido por la creación de eventos temáticos y la promoción turística de la provincia, Hacienda Los Molinos cree en el boom que traerá la iniciativa. Se prevé que, para 2020, su número de habitaciones aumente para atender la demanda.
Hacienda Los Molinos, hotel certificado dentro del Circuito del Cafe en Chiriqu
Boquete, desde otro punto de vista
La empresa Cloud Forest Travel ha lanzado un nuevo producto turístico: una gira panorámica e histórica de la ciudad de Boquete.

Partiendo todos los días, a las 9:00 a.m. y 2:00 p.m. desde la Plaza Los Establos, la gira se realiza a bordo de un camión panorámico, que permite al visitante disfrutar de la vista, tomar fotografías y conocer sobre el impacto que ha tenido el café en las tierras altas de Chiriquí desde el s. XIX.
El camión pasa por las áreas de Alto Quiel, Bajo Mono, Boquete centro, Palo Alto y Finca Lérida, terminando en el CEFATI del mirador de Boquete. El costo por persona es de $20.00 y se realiza todo el año.

Gerardo Guerra, su gerente general, dijo “Nos distingue la calidad y la personalización de todos nuestros productos, entre los cuales también figuran recorridos a cuatro fincas cafeteras locales, a fin de que el turista aprecie distintas experiencias, desde la producción artesanal hasta experiencias de proceso moderno, incluyendo catas”.
La
La voz de la tradición cafetera

Como representante de la quinta generación de una familia cafetera boqueteña, Francisco José Serracín posee una clara idea con respecto a la reciente creación del Circuito del Café en Chiriquí:
“Como productores, esperamos que el Circuito propicie la sostenibilidad de las denominaciones de origen, además de la ampliación del concepto más allá del ámbito turístico, a fin de incluir, no solo a los productores, sino también a los restaurantes y tiendas de café”, dijo Serracín, cuyo difunto padre inició la producción del café geisha en Panamá en los años 1960.
Don Pachi Estate, la principal finca de la familia, es una atracción por derecho propio, cuya historia se remonta a primera mujer en el país en ser la dueña legal de una plantación cafetera. Sus variedades han sido introducidas con éxito en los mercados asiáticos, además de satisfacer los exigentes paladares de conocedores de todo el mundo.
Jorge Tovar, presidente de la Camara de Turismo de Chiriqui y vicepresidente de la Camara de Comercio de Chiriqui
Dice Jorge Tovar:
“Nuestro rico suelo volcánico es la clave del éxito”
Como presidente de la Cámara de Turismo de Chiriquí y vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de dicha provincia, Jorge Tovar bien sabe que Panamá difícilmente podrá competir algún día con Brasil en cuanto a volúmenes en la producción de café (2,6 millones versus 20,000 toneladas métricas en 2018), pero también conoce el valor del grano producido en nuestras tierras altas. Sobre esto, dijo:

“El café de Panamá ha logrado convertirse en un sello de carácter publicitario a nivel internacional por la estrategia que se planteó hace más de 15 años, que no solo se enfocó en el aspecto cultural-histórico que vincula a la región de tierras altas con el grano, sino también en el valor de la especialidad, hecho que ha permitido posicionar el producto como el mejor rubro agrícola del país”.
Tovar ve con beneplácito del lanzamiento del Circuito del Café, que busca aprovechar un potencial de valor incalculable. Comentó: “Nuestro café adolecía de una estrategia turística a pesar de que, desde hace muchos años, se hacen eventos internacionales de café en los que teníamos todo para competir. Es así como aparece nuestro geisha en la escena mundial y se populariza. Lo que busca ATP es potenciar ese recurso que estaba subutilizado, a fin de para promocionar la provincia en términos turísticos”.
Al ser indagado sobre cómo el Circuito del Café panameño podría hacerle frente a su competencia más cercana (Colombia y su bien desarrollado Eje Cafetero), Tovar destacó:

“Nuestro punto de diferencia es el café de especialidad y el récord de precio que se ha marcado” –refiriéndose al geisha, que se ha cotizado arriba de $800 la libra—“Se cree que el sabor de nuestro café está influenciado por la posición geográfica del istmo de Panamá y su estrechez entre dos mares, cuyos vientos enriquecen la multiplicidad de microclimas de altura que poseemos. Esto tiene el poder de diferenciar el producto en una medida muy difícil de encontrar en otro lugar del planeta”.

Continuó: “De igual manera, estamos apostando por productos turísticos enfocados en brindarle al visitante experiencias sensoriales a través de los alimentos y bebidas que produce nuestra provincia. Nuestro maracuyá, por ejemplo, es muy apreciado por su calidad, al igual que el resto de legumbres y hortalizas que produce el rico suelo volcánico de Chiriquí. Y es que toda nuestra producción agrícola, que también incluye carnes y lácteos, se realiza en un radio de no más de 25 kilómetros, lo que garantiza la frescura insuperable de lo que se consume en nuestros restaurantes y hoteles. Por último, Boquete se encuentra a solo 60 kilómetros del Pacífico, y su cercanía al Caribe garantiza el consumo de mariscos frescos de ambos mares todos los días”.
Finca del Cafe Eleta
Café Eleta:
Mística cafetera que trasciende fronteras
Si se entra a Chiriquí desde su frontera internacional con Costa Rica, la experiencia del Circuito del Café empezaría, sin duda, en la Finca Café de Eleta.
Situada en Piedra de Candela, a menos de un kilómetro de la línea fronteriza, esta inmensa propiedad ofrece al visitante la oportunidad de organizar el tipo de experiencia cafetera de su preferencia.

“Debido a la extensión de la finca, el turista tiene la opción de solicitar una gira guiada a pie o en auto, la última de las cuales tiene una duración de dos horas. También puede elegir la inclusión del almuerzo y una sesión de cata. Nuestra experiencia ofrece al visitante todo lo relacionado al proceso del café, desde la siembra hasta el vertimiento del producto final en la taza”, explicó Miguel Cervantes, encargado de la finca.
Situada entre 1,200 y 1,500 sobre el nivel del mar, Finca Café Eleta presenta temperaturas medias que oscilan entre los 14 y 16 grados centígrados, ideal para la producción de granos de calidad de exportación, que se disfrutan en Italia, China, Estados Unidos, Costa Rica y Australia, en variedades como caturra, catuai, san ramón, típica y geisha, entre otras.

La finca produce dos marcas: Café La Amistad (para el comercio regular) y Café de Eleta –su sello gourmet.
El personal de la finca está capacitado para manejar grupos de hasta 20 o 25 personas y es posible solicitar un intérprete de antemano. Las instalaciones cuentan con habitaciones de hospedaje, equipadas con TV por cable e internet. El costo de la gira es de $35 (sin cata) por persona.

Finca Café de Eleta es solo una de las establecidas por el recordado empresario panameño Fernando Eleta, y que se extienden entre las áreas de Volcán y Boquete. Adquirida en 1978, la finca empezó a producir café en los años 1990 con solo cinco hectáreas. Hoy día, su extensión es de 182 hectáreas.

Diego Eleta, hijo de don Fernando, explicó: “La mística de Café Eleta es la misma que motiva a todos los negocios que empezó mi padre, y que tuvo su inicio con la cría de caballos. Es el amor por la excelencia lo que se manifiesta en todo lo que hacemos, impulsándonos a dar de nosotros lo mejor para beneficio del país”.
Finca Lérida:
Un café tan panameño como en Canal

La historia de Finca Lérida está íntimamente ligada, no solo a la historia de Boquete, sino también a los orígenes de la industria cafetera de esta región del país, ya que fue el noruego Wolff Bache Mönniche, uno de los ingenieros más importantes empleados en la construcción del Canal de Panamá, quien llega a estas tierras con la visión futurista de establecer una finca de café con la mejor tecnología de la época. El año de su llegada fue 1911, el mismo año en que Boquete legalizó su condición como distrito de la entonces naciente República de Panamá.

“El señor Mönniche poseía una visión considerada vanguardista para su época. Construyó instalaciones de alojamiento para los recolectores de café, quienes vivían muy lejos de la finca. Dichas habitaciones fueron remodeladas años después para convertirse en el hotel que es hoy en día, dijo Rolando Vargas del equipo administrativo del hotel….
Fue otra familia de origen parcialmente escandinavo, los Collins-Elliot, los que adquieren Finca Lérida en 1956, luego de una exitosa producción de más de 40 años, en los que los granos producidos por la finca llegaron hasta la lejana Alemania.

Los nuevos propietarios, que curiosamente fueron la segunda generación de dueños de otro emblemático hotel boqueteño, el Panamonte, continuaron la tradición cafetera y establecieron las bases para el desarrollo turístico de la propiedad.
Cubriendo un total de 150 hectáreas, Finca Lérida es, en la actualidad, un paraíso tanto para los amantes del café como de las aves. Para los primeros, la oferta turística incluye dos giras guiadas al día (con guías entrenados en diversos idiomas), que parten del hotel a las 10:00 a.m. y 1:00 p.m. a fin de explicarle al turista todo el proceso de producción, desde la siembra hasta la cata y comercialización del producto.
Aproximadamente el 65% de los cultivos de la finca es de la variedad geisha, mientras que el 30% corresponde al tipo catuai y 5%, al caturra. “De igual manera, estamos haciendo pruebas con una variedad poco conocida traída de Kenia y que bien podría ser considerada la ‘abuela del geisha’, la SL28, cultivada a 2,000 metros de altura, a fin de continuar con nuestra búsqueda de nuevos sabores”, explicó Orlando.
Finca Lérida cuenta con aproximadamente 3 kilómetros de senderos utilizados para la observación de aves, entre los cuales figura el quetzal resplandeciente. Las giras de avistamiento de aves de la finca, que se realizan después del desayuno, pueden durar entre 4 y 5 horas, debido a la gran variedad de especies, tanto endémicas como migratorias, que se encuentran en el área. “Aseguramos el avistamiento de al menos 40 especies de aves en un momento dado, aunque, dependiendo del clima, es posible observar hasta 90”, explicó Orlando.
El boutique hotel Finca Lérida posee 21 habitaciones, que van desde las “Vintage” o sencillas, hasta las “Chimney Mountain” o suites, que, como su nombre lo indica, están equipadas con chimenea. También es posible alquilar la vivienda original de Toleff Bache Mönniche, que posee capacidad para 6 personas y mantiene el 75% de los muebles originales de la propiedad.
